“La tristeza de Delta”, así se tituló el informe trimestral más reciente de Rabobank sobre el mercado lechero y sobre eso habló Andrés Padilla en el primer día del Simposio Internacional de Lechería organizado por la Sociedad Rural de Rafaela en el marco de la Muestra Anual 2021, junto con FunPEL, el Gobierno de Santa Fe, la Municipalidad de Rafaela, las facultades de Veterinaria y Ciencias Agrarias de la UNL, CRA y Carsfe.
El especialista en investigación y desarrollo de Rabobank Brasil explicó que a pesar de los confinamientos, la demanda de lácteos mostró resiliencia y se mantuvo constante a pesar del impacto de la pandemia, con aumentos enfocados en los desayunos. A medida que se fueron abriendo las actividades y sobre todo el turismo, esto tiene un impacto positivo en el sector lácteo mundial.
Más allá de lo que conocemos en Argentina, existe en el mundo un fenómeno de inflación que afecta costos y precios. A esto se suma un problema logístico que golpea de forma adicional a los países de los extremos del mundo y en la industria láctea en particular.
Se espera una desaceleración de la importación de lácteos que haga China, ya que vienen acopiando los primeros meses del año, con lo cual el principal demandante de materia prima. Las políticas para disminuir actividades fabriles para frenar la polución implican un recorte en la demanda, aunque también existe una producción local en crecimiento.
Sequía, menor creciemiento económico, más costo de vida, son variables que afectan al mercado en general.
Estados Unidos, Australia, Nueva Zelandia, la Unión Europea, Argentina, Brasil y Uruguay son los considerados como principales productores de leche a nivel mundial. Se agrupan en cuatro bloques y son los que impactan directamente en el mercado y la demanda global.
Los precios han tenido hasta hace algunas semanas correcciones en la subasta online de Fonterra, que marca el ritmo de los valores, sin embargo, los consumidores no pueden aún normalizar sus ingresos y esto es lo que impacta en el juego de la demanda.
“El consumidor va a tener menos poder de compra en los próximos seis meses”, señaló Padilla, por la quita de ayudas oficiales.
En tanto, en Europa se estima una desaceleración de la producción, en Estados Unidos se reducirán las ayudas al sector primario y también podría registrarse menos productividad y demanda.
Para Nueva Zelandia, se inicia la temporada de producicón con niveles positivos, sin embargo no se estiman crecimientos de consideración, mientras que en Australia se registran altibajos en producción y demanda.
Padilla explica que en Brasil el aumento de costos por inflación, la volatilidad política y el impacto de la sequía en la generación de energía, ha tenido una influencia que logra desacelerar el crecimiento con uno por ciento en la producción primaria. Las industrias tienen un margen reducido, porque tienen que pagar mucho por litro y esta situación no permite estabilizar al sector internamente. Junto con Argentina creceríamos al uno por ciento, mientras que Uruguay lo haría en 1,7 por ciento, entrando en juego en estas latitudes la competencia productiva por la tierra para considerar.
La tendencia indica que los precios internacionales de leche caigan hasta los 3.200 dólares a nivel general, pudiendo crecer hasta los 3.300 en Sudamérica para las exportaciones.
Para Rabobank, Argentina “sigue siendo un país con enerme potencial y podría tener un rol más preponderante de lo que tiene hoy en día. Es muy evidente la competencia entre granos, carne y leche, en esa ecuación se pierde espacio y va a ser dificil romperlo en los próximos años, influyendo la volatilidad política, la tasa de cambio, la inflación, pero si eso se ajusta podrían ser un gran jugador en los próximos años”.
Mirar el negocio lechero hacia adelante
Sobre “Políticas para el desarrollo de la actividad” habló Terry Meikle, licenciado en Humanidades de la Universidad de Otago y tiene un MBA de la Universidad de Victoria de Wellington, que desde 2017 es el consejero Agropecuario de Nueva Zelandia en México, también para los países de América Latina.
Algo clave para el sector lechero y el desarrollo de Nueva Zelandia es la transparencia en las acciones y negocios, a diferencia de lo que sucede en países como los de nuestra región.
Con unos cinco millones de habitantes, Meikle hizo un análisis de la historia del comercio exterior del archipiélago y entendiendo desde varios negocios que “sin subsidios los productores responden mejor a la demanda”, superando la lechería todas las perspectivas, superando a las ovejas, pero también permitiendo abrir mercados como el del vino.
Actualmente los campos son sistemas empresariales. Las decisiones las dicta el mercado y no los gobiernos, con la calidad y los precios en buena relación, además de trabajar en la sustentabilidad y la eficiencia en la producción, con una base familiar en cada una de las unidades.
La innovación es clave y está liderada por la industria con aportes positivos del gobierno, generándose ahí una interacción con aportes en cuestiones climáticas, educación, capacitación y la interacción con institutos de investigación, además de la estructuración a partir de una ley en la que los aportes por impuestos sean manejados para el beneficio interno de cada una de las cadenas.
El Dairy New Zealand tiene un aporte de 3,6 centavos por cada kilo de sólidos producidos en la leche cruda, para poder aportar a la investigación y desarrollo del sector, con autoridades que se eligen internamente entre los productores. El manejo de información, el trabajo sanitario y de capacitación, la interconsulta en el gasto de los recuros es fundamental para su funcionamiento.
Con tratados de libre comercio y una economía muy abierta marcan el desarrollo de Nueva Zelandia es un ejemplo internacional. Meikle reconoció que las tratativas con el Mercosur siempre fueron muy complejas y es por eso que no hay acuerdos de base y se demoran los intercambios entre ese país y nuestro bloque, una realidad que se ve de afuera y se conoce muy bien internamente.
Nueva Zelandia provee al mundo del tres por ciento de la leche respecto a la demanda, teniendo a China se lleva el 40 por ciento de las ventas al exterior, además de Australia, Estados Unidos y Europa como principales destinos.
En 2021 hubo una disminución en los ingresos por la exportación de lácteos, sin embargo los pronósticos son optimistas más allá de la pandemia. Se entiende que a 2023 el crecimiento será muy importante a partir de 2023 en cantidad de litros y también en cuanto a facturación.
Las regulaciones internas sobre cuestiones ambientales tenderán a menor cantidad de animales en producción, pero con mejoras genéticas, con mayor producción de sólidos.
La tendencia que proponen los neocelandeses es que la producción contemple al ambiente, a la salud, pero que pase “de volumen al valor y a los valores”.
En ese país entienden que lentamente los jóvenes quieren volver a trabajar en sus campos, tarea que hoy está cubierta por la inmigración a partir del conocimiento y capacitación. Se trabaja en la sustitución de energía agotable por la renovable, con un programa a cinco años donde el secuestro de carbono se pone en foco en cada campo, sobre lo que se viene trabajando más allá de la última década.
Existe un trabajo conjunto de 65 países entre los que se encuentra Argentina, para poder desarrollar proyectos integrales que tengan real impacto en el ambiente y que generen políticas positivas en la reducción de los gases de efecto invernadero.