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Conclusiones del 3° SIL: el desafío de la lechería no es crecer, sino definir puntos más básicos

El tercer Seminario Internacional de Lechería organizado por la Sociedad Rural de Rafaela logró cumplir con los objetivos básicos que se había planteado, respecto del diálogo y libre debate sobre tecnología, sustentabilidad y la importancia de las nuevas generaciones en el sector.

Esta primera edición presencial se convirtió en un espacio de encuentro y libre debate de la cadena lechera argentina, no sólo en la provincia de Santa Fe, sino con referentes de todo el país que se dieron cita en nuestro Salón de Industrias.

El objetivo de plantear un panorama completo de la cadena lechera en general estuvo desarrollado por especialistas y analistas que consiguieron abordar no sólo cuestiones vinculadas a los volúmenes, sino también sobre las condiciones en las que se está desenvolviendo el sector.

En cuanto a las industrias, existe una atomización en el mercado, en el cual la principal empresa lechera sólo tiene el 11 por ciento del negocio a nivel general. Con presencia de más de 600 empresas lácteas de diferentes categorías, la diversificación a lo largo de todo el territorio nacional permite una cadena diversa y abierta.

Respecto a los tambos,  el promedio de unidad productiva nacional sigue siendo bajo, en torno a los tres mil litros diarios, continuando con la tendencia de concentración que se da a nivel global,  pero como un fenómeno mucho más pequeño en Argentina que en el resto de los países más competitivos del mundo.Nuestro país podría aprovechar la necesidad de cinco millones de toneladas de productos al año que hoy por hoy están teniendo complicaciones en su distribución entre los destinos más demandantes. Representaría el 50% de nuestra producción.

Si bien los precios internacionales son bajos, la proyección del mercado general lechero es positiva; pero mucho más lo sería si se contara con reglas medianamente claras -que no entorpezcan el trabajo cotidiano- y con menos trabas burocráticas -que incrementan el costo de producción de la lechería argentina-.

Las nuevas generaciones fueron un punto clave en el SIL, con cuatro ejemplos desarrollados por jóvenes en entornos de empresas familiares sustentables y con la importancia de la incorporación de tecnología como eje.

Quedaron expuestos sistemas productivos exitosos a pesar del marco reinante, con una clara relevancia de los tambos en las comunidades, para el desarrollo del interior del país: sólo con la agricultura, no existirían las comunidades que hacen relevantes a las zonas productivas.

Se habló de los tambos familiares, con un cambio de conciencia en lo que significa el traspaso generacional y la oportunidad en el marco de una conducción inteligente de las empresas tamberas.

Se puede encontrar el futuro de la lechería de una manera más concreta y posible, puntualmente con la incorporación de tecnología en las empresas lecheras. Aunque el proceso suceda a menor ritmo que respecto de la tendencia global, es notoria esta convicción, que antes estaba dominada por una mayor desconfianza.

Es la incorporación de herramientas tecnológicas la que mejora el desarrollo productivo y las condiciones de vida de las personas, y genera el arraigo que se está buscando, para poder sostener en el tiempo cada uno de los tambos, a pesar del proceso lento e inevitable de concentración. En la medida de sus posibilidades, los tambos siguen incorporando tecnologías que le permiten a quienes en ellos trabajan tener mejores condiciones de vida, más tiempo libre y una mirada más amigable con la actividad en este contexto.

El Seminario se cerró con un bloque de intercambio de opiniones sobre la importancia en el avance del pago por calidad de la leche. Con representantes de industrias de todos los tamaños y sistemas, y también del movimiento confederado, se llegó al acuerdo de la necesidad imperiosa de avanzar en este sentido, de pagar la materia prima por sus atributos. Este es un desafío inminente que tiene la actividad.

Cada vez que las partes de una misma cadena se encuentran para hablar del tema, se descubren más acuerdos que diferencias. Por lo tanto, se planteó en -el cierre del SIL- la posibilidad de generar un encuentro con fecha concreta para poder desarrollar el debate necesario, del que surjan las políticas que pongan en marcha las resoluciones muchas veces debatidas y pocas veces aplicadas por la política.

Lo que debe hacer el sector lechero es acordar un esquema progresivo de pago por calidad de leche cruda, para que la conducción política venidera entienda por dónde debe circular una de las prioridades fundamentales que tiene el sector. La lechería argentina tiene que superar sus diferencias para acordar las bases fundamentales y avanzar en ese sentido para no seguir dependiendo del escaso interés que pueda manifestar quien ocupa un cargo ejecutivo de ocasión.

Es la Sociedad Rural de Rafaela la que toma este desafío y se propone activarlo en los próximos meses para llegar a fin de año con una determinación sobre la modalidad, los plazos y la gradualidad en la que la leche pueda definitivamente empezar a pagarse por sus componentes y no por litro, en todo el territorio nacional.