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QUÉ DICEN LOS QUE PRODUCEN III

  • Categoría de la entrada:Producción Sustentable
  • Tiempo de lectura:6 minutos de lectura

«Esto sería un golpe muy duro para la región, con excelencia tambera y también en cultivos”

Leonardo Alassia. Productor Agropecuario.36 años. Egusquiza


Fue en 1884 cuando Miguel Alassia llegó a la Argentina desde Italia. Desde Esperanza le hablaron de otra colonia y así llegó hasta Egusquiza, convirtiendo a la suya en una de las familias cofundadoras de este pueblo del oeste del Departamento Castellanos.

Ese tatarabuelo compró tierras y uno de sus hijos, Miguel Ángel, empezó de manera más formal con la explotación agropecuaria, inició el tambo e hizo crecer ese emprendimiento en hectáreas.

La secuencia siguió con Nemesio, hijo del bisabuelo, que le compró a su hermano la tierra y continuó  trabajando, para que sus descendientes Miguel Ángel y Adrián sean hoy quienes  integran una empresa familiar con Leonardo Alassia. Recientemente incorporaron a las tareas a sus primos, Joaquín de 23 años y con formación agrotécnica y Lorenzo de 19 que empezará a estudiar veterinaria.

Si bien son cinco generaciones, ellos se cuentan como cuatro trabajando la misma tierra. Tiene que haber un futuro posible que no quede trunco en una voluntad cerrada…Así Constantino, el hijo de Leonardo, puede crecer aprendiendo cómo trabajar con los animales y también a dar unas vueltas en el tractor.

Leonardo Alassia y su hijo Constantino

Seis familias viven directamente de un tambo de 270 vacas promedio, con siete mil litros diarios, además de la crianza de vaquillonas y terneras.

La agricultura que se utiliza para el autoconsumo de los animales y también para la venta de granos.

Además se suman dos asesores en cuestiones agronómicas, dos veterinarios y uno más que se dedica a la nutrición, añadiendo profesionales contables y legales para completar la estructura de la empresa.

Una extensa historia en el campo. Un trabajo de todos los días que se intenta mejorar en cada jornada aprovechando elementos de la ciencia y la tecnología. Aún así recibe los impactos de la política y la economía cuando aparecen ideas de modificar las reglas de juego de manera inconsulta, drásticamente y sin raigambre lógica.

“El proyecto de ordenanza que está impulsando el oficialismo en Rafaela es nefasto, no sólo para la ciudad, sino para la región, porque por un efecto cascada las comunas pueden tener una presión política para tomar como ejemplo la intención de modificación que un sector quiere generar”. En muchas localidades se trabaja con determinados controles, mientras que en otras aún no hay un criterio adoptado sobre el caso.

Mirando al mundo, especialmente a Italia donde su familia tiene origen y viendo la forma de trabajar con las aplicaciones que se tiene, dista mucho de la exacerbada intención local, que con parten de entre 10 y 30 metros, aquí se intenta llevar a una distancia inicial para las aplicaciones de fitosanitarios y fertilizantes a los mil metros, de los 200 ya vigentes.

Digo que es nefasto por los perjuicios económicos que trae para los productores y para toda la cadena que viene detrás, incluidos los comercios en general y también a los municipios y comunas. Pero también tendría consecuencias negativas a nivel social por la cantidad de gente que se quedaría sin trabajo”.

“Esto no sólo es una cuestión ideológica, sino política para buscar un posicionamiento de quién lo impulsa. Hay mucha gente que no tiene por qué estar informada y puede caer en la trampa de creer que nosotros somos envenenadores seriales, que si  así fuera también afectaría a nuestra propia salud”.

Leonardo es vicepresidente de la Sociedad Rural de Rafaela y forma parte de renovación en la conducción, donde claramente se ve la adaptación a las nuevas estrategias de producción y la inversión en la ruralidad para seguir sosteniendo actividades y comunidades.

“De avanzar esto, lo que debemos hacer los productores es recurrir a la Justicia y presentar algún tipo de amparo ante este avance que nos prohíbe nuestro derecho a trabajar. De todas maneras, en nuestra empresa no pensamos cómo podemos cambiar nuestra actividad, porque es algo que no corresponde trabajar en otra actividad, esto sería un golpe muy duro para la región, con excelencia tambera y también en cultivos”, advirtiendo que como en todo debe haber reglas y controles, pero no prohibiciones en un país que tiene la facilidad para producir alimentos, abastecer al mercado interno y también exportar, para dotar de dólares a la caja nacional.